sábado, 27 de noviembre de 2010

El registro.

ANÁLISIS.
Personajes principales

  • La abuela: La abuela era de baja estatura, delgada, de piel seca. Su rostro, lleno de arrugas con ojos oscuros y tristes, tenía una expresión humilde, resignada. La abuela parecía muy inquieta y recelosa , el temor siempre estaba en ella.

Personajes secundarios

  • Nieto de la abuela: era un joven llamado José, portero de la mina, ganaba poco, treinta centavos apenas, lo indispensable para no morirse de hambre.
  • Patron: era el jefe del despacho , era un hombre severo pero de igual manera era amable.


TIPO DE NARRADOR.

  • Narrador omnisciente (3ra persona)  
  • Sabía todo lo que pensaba, sentía y hacia la abuela


AMBIENTE.

  • Físico: El relato se desarrolla en un bosque y la casa de la abuela
  •  Psicológico: Los personajes presentan emociones de terror,susto y felicidad. 
  • Social: La abuela tenía escasos recursos

RESUMEN.

En una mañana fría y nebulosa , una abuela de corta estatura, delgada , ojos oscuros y tristes ,y  de piel seca. Caminaba a toda prisa y con terror por un angosto  sendero que no era un camino frecuentado, que conduce a una pequeña población distante legua y media del poderoso establecimiento carbonífero. A pesar de del cansancio de la abuela , ella llevaba entre sus prendas un paquete que trataba de disimular escondiéndolo.
Cada vez que los árboles iban desapareciendo , el terror de la abuela aumentaba. Cuando desembocó en el linde del bosque, se detuvo un instante para mirar con atención el espacio descubierto que se extendía delante de ella.La llanura arenosa y estéril estaba desierta.A la derecha, interrumpiendo su monótona uniformidad, alzábanse los blancos muros de los galpones coronados por las lisas techumbres de zinc relucientes por la lluvia. Y más allá, tocando casi las pesadas nubes, surgía de la enorme chimenea de la mina el negro penacho de humo. La anciana siempre inquieta, después de haber observado todo paso su delgado cuerpo por entre unos alambres de la cerda que limitaba por ese lado los terrenos del establecimiento, y se encamino en línea recta hacia los habitantes

La abuela siguió su  camino hasta cuando se encontró delante de la puerta de su vivienda. Una vez dentro de su morada, colocó el paquete cuidadosamente en la cama, encendió la chimenea , y se sentó en un pequeño banco. Una vez que entro en calor, puso la tetera y yendo hacia la cama desenvolvió el paquete y colocó su contenido, una libra de yerba y otra de azúcar, en un extremo del banco.
Sí, hacía ya mucho tiempo que el deseo de paladear un mate de aquella yerba olorosa y fragante era para ella una obsesión, una idea fija de su cerebro de sexagenaria. Pero cuán difícil le había sido hasta entonces procurarse la satisfacción de aquel apetito, su vicio, como ella decía; pues su nietecillo José, portero de la mina, ganaba tan poco, treinta centavos apenas, lo indispensable para no morirse de hambre. ¡Y era el chico su único trabajador!
Mientras la yerba del despacho era tan mala, allá en el pueblo tenían una finísima, de hoja pura y tan aromática que con solo recordarla se hacía agua la boca. Pero tal yerba costaba demasiado cara y también existía la prohibición estricta para todos los trabajadores de la mina de comprar nada, que no fuera del despacho de la compañía.Cualquier otro artículo era considerado ilegal , se confiscaba en el acto y el contrabandista recibía la explusión inmediata.


Análisis hecho por: Nathaly Guzmán.